Entre la voluntad política y la realidad de las comunidades
El congreso internacional de páramos se desarrolló en el hotel Dann Carlton de la calle 93 con 19, entre los días 12 y 14 de junio. Dentro de los invitados para la inauguración para este evento se anunciaba con bombos y platillos la asistencia de senadores, congresistas, personalidades internacionales y representantes de las comunidades que se encuentran dentro de los páramos.
El gobernador de Cundinamarca Jorge Emilio Rey; el embajador de Suiza en Colombia Kurt Kuntz, la directora del Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina (CONDESAN) María Arguello y el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Luis Gilberto Mutillo, dieron un discurso de apertura al evento donde resaltaron la importancia del cuidado de los ecosistemas paramunos como productores de agua, sumideros de carbono, conectores de biodiversidad, así como un ecosistemas frágiles, amenazados por el cambio climático y las actividades humanas.
Pese a que hubo argumentos muy puntuales sobre la importancia de los ecosistemas y se habló a grandes rasgos de los desafíos y oportunidades, queremos resaltar un hecho puntual, el que los aclamados congresistas y senadores a quienes se les solicitaba apoyar las iniciativas en torno a la conservación de estos ecosistemas y apoyaran a las comunidades como actores fundamentales para la conservación de los mismos, abandonaran la sala posterior a las palabras del ministro Luis Gilberto Murillo (tan solo una hora después de haber comenzado el evento)...
Durante los tres días hubo distintos invitados, quienes relataron sus experiencias en torno a la conservación de páramos y ecosistemas de montaña a nivel nacional e internacional. En esta ocasión, los ojos estuvieron sobre las comunidades locales y las experiencias nacionales y hubo temas transversales a las conferencias :
1. Problemáticas asociadas a comunidades de alta montaña
2. La importancia de la articulación intersectorial en la conservación de estos ecosistemas
3. Alternativas productivas para la conservación de ecosistemas de alta montaña e inclusión de modelo de Pago por servicios ambientales .
Fue tema de conversación la excesiva legislación acerca de los páramos y las restrictivas medidas administrativas que existen, que dejan por fuera algunas de las actividades originalmente realizadas por las comunidades residentes. Se desconocen aspectos culturales intrínsecos y arraigados a estas actividades y comunidades, así como la economía que se desarrolla ,en la cual toman en consideración temas como el cambio climático y la diversidad agrícola de cada lugar.
Sobre las problemáticas asociadas a las comunidades de alta montaña:
La distribución inequitativa de los beneficios de la conservación de ecosistemas - las ciudades exigen el cuidado de los ecosistemas en peligro,como los páramos pero restringen todo tipo de actividad económica para garantizar el desarrollo de las comunidades que viven en dichos ecosistemas-, la baja calidad de vida -debido a la distribución inequitativa de beneficios, se piensa en mejorar la calidad de vida desde una perspectiva urbana casi sin tener en cuenta la rural, sus necesidades, aspiraciones y proyectos como comunidad- y el dificil acceso a la financiación de proyectos productivos que buscan realizar un mejor uso de tecnologías apropiadas y mejores prácticas, que permiten una coexistencia entre actividades productivas y conservación.
La articulación intersectorial como factor de éxito en los temas medio ambientales.
¡Sí! Es una afirmación, o ¿a caso no vivimos de los bienes y servicios que brinda el medio ambiente?.
Todas las decisiones que se toman desde el sector público o privado lo afectan de manera directa o indirecta. Es triste ver que en eventos con temáticas ambientales no se encuentren los sectores agropecuarios, minero energéticos e inclusive educativos, para generar una visión integral de medio ambiente, comprendiendo la importancia de todos los actores en cada eslabón de la cadena productiva. Si bien es necesaria la articulación entre el sector público y privado para visualizar soluciones conjuntas a la conservación del territorio y la economía subsecuente, se requiere de puntos de vista de los actores involucrados, los cuales al tener diferentes perspectivas, generan un diálogo de saberes; ¿Para qué? Para generar un concenso entre la comunidad que habita un territorio determinado y unos aspectos técnicos para el desarrollo de proyectos en sus territorios.
3. ¿Es posible alternar la producción agropecuaria con la conservación de ecosistemas?
Es posible, pero deja de serlo, si no se tienen en cuenta los conocimientos tradicionales de las comunidades y se potencializan con conocimientos científicos, para reducir riesgos en la producción, optimizar procesos y desarrollar cadenas productivas responsables y que sean capaces de adaptarse tanto a la variabilidad climática como a sistemas productivos de menor impacto ambiental.
Se evidencia la cantidad de conocimiento que generado en instituciones técnicas y universitarias, así como los amplios conocimientos tradicionales; sin embargo recaemos en la falta de articulación entre actores, limitando las posibilidades de producción, innovación y desarrollo. El desconocimiento de los costos de oportunidad en los cuales caen los agrícultores, fue uno de los temás más relevantes para el desarrollo de un esquema de pago por servicios ambientales, en el cual se pretende reconocer este costo de oportunidad por la conservación de un ecosistema estratégico y no cambiar su uso de suelo.
Al final de esta jornada, escuchamos a las comunidades que residen en los páramos, quienes expresaron su desacuerdo sobre la Ley 1753 de 2015 por la cual se expide el Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un Nuevo País”, específicamente exigiendo la modificación del artículo 173 en el cual dicta que: “En las áreas delimitadas como páramos no se podrán adelantar actividades agropecuarias ni de exploración o explotación de recursos naturales no renovables, ni construcción de refinerías de hidrocarburos (…)”, para permitir dentro de las áreas delimitadas como páramos las actividades netamente agropecuarias.